En busca de arena para rellenar las playas


(BLOOMBERG) "La gente está empezando a percatarse de que la arena es un recurso finito". La frase parece, pero no es insólita. Y en algunas zonas de Miami se empieza a escuchar con mucho de preocupación.
Grano por grano, Miami Beach, una de las playas más famosa del mundo, está perdiendo la arena fina y blanca que ayuda a atraer turistas. Más de 5 millones de visitantes al año le inyectan US$ 8,000 millones a la economía local, según la Oficina de Convenciones y Visitantes del Gran Miami. Como las fuentes locales se están agotando, la ciudad está pidiendo ayuda federal para levantar una prohibición establecida hace 21 años a la importación de arena.
Distintas partes de la costa están acordonadas con redes anaranjadas mientras equipos pesados rellenan las playas más famosas del mundo. El Océano Atlántico no está a más de 6 metros en algunas partes, resultado de la erosión incesante del viento y el agua, no del calentamiento mundial y el aumento en el nivel de los mares.
"Somos el primer condado en Florida al que se le acaba la arena", señaló Brian Flynn, que encabeza el proyecto de restauración de playas del Departamento de Manejo de Recursos Ambientales del Condado de Miami-Dade.
Grano por grano
Miami Beach se encuentra en una isla barrada cerca de la ciudad de Miami, que tiene un puerto grande pero no mucha playa. La isla surgió de los manglares, cuando los promotores de urbanización dragaron Haulover Cut en 1925.
"Bien podríamos estar en Nebraska si no tenemos arena, surf y playas bonitas", manifestó la representante Ileana Ros- Lehtinen, cuyo distrito incluye a Miami Beach.
La playa frente al Hotel Fontainebleau, inaugurado hace 54 años, se ha reducido a solo 18 metros. La naturaleza arrasó con 73 metros de playa en unos pocos años, dijo Gabriel Villaverde, que renta tumbonas (cheslones o reposeras) por US$10 y sombrillas por US$ 6 junto al hotel, cuya estructura es blanca y curva.
El hotel de lujo, que se encuentra en una renovación de US$ 1,000 millones, fue alguna vez la joya de la corona del turismo en Florida que atrajo a Marilyn Monroe y Frank Sinatra y apareció en películas como "Goldfinger". Ahora la contracción de la playa es tan dramática que los huéspedes se sienten decepcionados, dijo Villaverde.
"Se van por un año, y regresan y dicen: ¿Qué pasó?", señaló. "Es triste".
Por años Miami Beach reemplazó la arena perdida por los huracanes y mareas extrayéndola del fondo del mar. Para el 2001, el condado determinó que el suministro era demasiado escaso. Funcionarios en los condados cercanos de St. Lucie, Martin y Palm Beach rechazaron solicitudes de ayuda, diciendo que necesitan la arena para sus propias playas.
Así que Miami Beach rellena las partes más erosionadas en el norte con arena de las playas del área sur, que están un poco mejor, pero no hay suficiente excedente para hacer eso indefinidamente.
México, Panamá, las Islas Turcas y Caicos, la República Dominicana, las Bahamas y otras partes del Caribe podrían ser fuentes, indicó Flynn. Su arena podría coincidir con el color y textura de la de Florida, y el precio sería un factor, dijo.
La meta es formar 16 kilómetros de playa de al menos 60 metros de ancho. Para mantener esas dimensiones por 25 años, el condado necesitaría 9 millones de metros cúbicos de arena, o la carga de unos 600,000 camiones volquete, señaló Brian Flynn.

Ojo de Aguila
¿Encanto o desencanto?
Cuando vemos imágenes del mar celeste transparente y arena blanca, siempre pensamos en las Islas Vírgenes Americanas, la Ribera Mexicana, Cancún y Playa del Carmen, o en las Islas Maldivas o Tahití. Los últimos cambios climáticos vienen produciendo una serie de transformaciones en estos destinos, especialmente en sus kilómetros de arena de las playas en las ubicadas en zonas del Caribe; Cozumel es el mejor ejemplo del daño de los huracanes a las zonas costeras, que anteriormente tenían muchas playas anchas con cientos de metros de arena blanca y que hoy se encuentran llenas de arrecife.
Cada vez, resulta más interesante ir en la búsqueda de playas con un mayor escenario natural, con un entorno más paisajístico donde se pueda uno sentir acompañado de las palmeras, el mar celeste transparente y arenas blancas que no queman.
Hoy que tenemos un ‘boom’ de desarrollo inmobiliario en las playas de Asia y las zonas aledañas de Lima, y también en Punta Sal y Máncora, debemos ser conscientes de que la protección de nuestro mar y arenas, cada vez más escasísimas en algunos destinos prestigiados del planeta, deben desarrollarnos una filosofía sustentable sobre el valor de nuestras riquezas naturales. Nuestros más de 2,000 Km. de playas son un lujo que apreciar, cuidar y proteger; si no, el futuro para nuestros hijos, será buscar desde hoy a quién comprarle arena para nuestras playas.
Carlos Canales
Ex presidente Canatur
Fuente: Diario Gestion

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